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martes, 17 de octubre de 2017

CRECIMIENTO PROSTATICO BENIGNO DIAGNOSTICO CLINICO E IMPLICACION QUIRUGICA

Cuadro de texto: REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
GOBIERNO BOLIVARIANO
CORPORACION DE SALUD DEL ESTADO ARAGUA
S. A. HOSPITAL CENTRAL DE MARACAY
SERVICIO DE UROLOGÍA
 





CRECIMIENTO PROSTATICO BENIGNO DIAGNOSTICO CLINICO E IMPLICACION QUIRUGICA


Tutor: Dr. Richard Palma                                                                          Integrantes:
Dr. Henry Aguiar
Dr. Andy Lai

Maracay, Julio 2017

·         Aguiar, Henry.
Especialista en Obstetricia y Ginecología, Residente de la Especialización en Urología, Hospital Central de Maracay, Venezuela.

·         Lai, Andy
Residente de la Especialización en Urología, Hospital Central de Maracay, Venezuela















RESUMEN
CRECIMIENTO PROSTATICO BENIGNO: DIAGNOSTICO CLINICO E IMPLICACION QUIRUGICA

El crecimiento prostático benigno afecta a un gran número de hombres mayores de 50 años, estimándose cerca del 50-70% de la población masculina de ese grupo etario. La denominada zona de transición prostática, que rodea a la uretra proximal, es la más afectada por el crecimiento patológico de la glándula, ocasionando a su vez la gran mayoría de la sintomatología asociada a esta patología, como lo son los trastornos irritativos y obstructivos urinarios, y por consiguiente el desmejoramiento de la calidad de vida del paciente. Es por esta razón que la terapéutica médica urológica se ha enfocado en precisar tratamiento farmacológicos y quirúrgicos apropiados y expeditos para minimizar este mal. Sin embargo, y a pesar de los modernos avances de los estudios de imágenes como el ultrasonido, la mayoría de los clínicos no prescinden de la exploración manual de la glándula a través del tacto rectal, bien sea porque permite aproximar el tamaño, así como las características físicas de consistencia, regularidad de la superficie y fijación a planos anatómicos subyacentes, sino que además dan pautas diagnósticas para descartar posibles patologías neoplásicas. En el presente trabajo se intentar abordar la importancia de la correlación entre la exploración manual, la utilidad imagenológica y su implicación quirúrgica.

PALABRAS CLAVE: Crecimiento Prostático Benigno, Próstata, Ultrasonido, Adenomectomía prostática.





ABSTRACT
BENIGN PROSTATIC GROWTH: CLINICAL DIAGNOSIS AND SURGICAL IMPLICATION
Benign prostatic enlargement affects a large number of men over the age of 50, with an estimated 50-70% of the male population in that age group. The so-called prostatic transition zone, which surrounds the proximal urethra, is most affected by the pathological growth of the gland, causing in turn the great majority of the symptomatology associated with this pathology, such as irritative and obstructive urinary disorders , And consequently the deterioration of the quality of life of the patient. It is for this reason that the urological medical therapy has focused on precise pharmacological and surgical treatment appropriate and expeditious to minimize this evil. However, despite modern advances in imaging studies such as ultrasound, most clinicians do not neglect the manual examination of the gland through rectal examination, either because it allows approximate size as well as characteristics Physical consistency, regularity of the surface and fixation to underlying anatomical planes, but also provide diagnostic guidelines to rule out possible neoplastic pathologies. In the present work we will try to address the importance of the correlation between the manual exploration, the imaging utility and its surgical implication.

KEY WORDS: Benign Prostatic Growth, Prostate, Ultrasound, Prostate adenomectomy.





INTRODUCCIÓN
La glándula prostática es una glándula sexual, en humanos es exclusiva del hombre, aunque está presente en la mayoría de los mamíferos, localizada anterior al recto y entre la vejiga y el pene, pudiendo estar adherida a esta última1.
En edades mayores de la cuarta década de la vida suele producirse un aumento del tamaño prostático, siendo el tamaño normal, expresado en volumen, de menos a 20 cc, entre los 20 y 30 años,  por lo cual se define el crecimiento prostático benigno como el volumen prostático superior a 20 cc, lo cual equivale a 20 grs, tomando en cuenta que por ser una glándula constituida mayormente por estroma y fluidos, su volumen y peso por lo general concuerdan,  y que pudiera alcanzar un peso superior a 500 grs, en cuyo caso se habla de Crecimiento Prostático Gigante, y aunque pareciese exagerado se han registrado por lo menos 4 casos por encima de 800 cc registrados en la literatura internacional2.
El crecimiento benigno de la próstata juntamente con el cáncer de la glándula prostática constituye las dos patologías más frecuentes de consulta en la especialidad de urología, diferenciándose entre ellas mayormente en que la primera suele cursar con sintomatología muy florida, mientras que la segunda pasa desapercibida por los pacientes, hasta estadios más avanzados, no siempre causando la muerte en forma directa3.
Esta patología ocasiona una alta morbilidad, manifestándose a través de sintomatología del tracto urinario inferior, las cuales han sido aceptadas como causas relativas o absolutas para adenomectomía prostática, dependiendo de la severidad y frecuencia de las mismas, tales como retención recurrente de orina, infecciones del tracto urinario, daño renal consecuente a patología obstructiva y hematuria severa. Sin embargo, los modernos desarrollos farmacológicos han permitido a muchos pacientes evitar una resolución quirúrgica con una aceptable calidad de vida4.
Al evaluar todos los pacientes con sintomatología del tracto urinario inferior (STUI), debe incluirse un historial médico detallado, además del Cuestionario de puntuación de síntomas validado con preguntas de calidad de vida,  el examen físico incluye un examen rectal digital obligatorio,  un análisis de orina para descartar patologías infecciosas agregadas o primarias, se debe cuantificar la orina residual post-miccional (ORPM) mediante ecografía básica, y se puede realizar el uroflujo, para descartar la etiología obstructiva uretral. El antígeno específico de la próstata (PSA) se solicitará como complemento para descartar procesos neoplásicos o como seguimiento de pacientes post resección de la glándula prostática4.
La relación entre la sintomatología, examen físico y hallazgos anatómicos de la glándula extraída se vuelve relevante para mejorar el despistaje, modalidad de tratamiento y pronóstico postquirúrgico del paciente que acude a la consulta de urología.
ANATOMIA PROSTATICA
La anatomía prostática es muy bien estudiada y claramente definida en estudios previos como el de McNeal(1978), quien logró armonizar los hallazgos histológicos e imagenológicos que permitieron dividir la próstata en cinco zona: de transición, central, periférica, fibro-glandular y anterior5. Es precisamente la zona de transición la más afectada por el crecimiento glandular benigno y la periférica donde se desarrolla mayormente la patología neoplásica. Sin embargo, el mayor volumen prostático es hallado en el crecimiento benigno y no en el cáncer de próstata. Por lo cual el mayor crecimiento conlleva a la aparición de sintomatología irritativa y/o obstructiva.
Es aceptado en Venezuela la clasificación del crecimiento prostático en tres grados dependiendo de su tamaño. El grado I estima próstata ente 20-40 grs; grado II, entre 40-60 grs; y grado III mayor a 60 grs. En otras clasificaciones aceptadas en otros lugares clasifican un grado IV, cuando al examen físico el volumen prostático no es palpable al tacto rectal. Esta clasificación es útil a la escogencia de la vía quirúrgica de resolución, ya que próstata de gran tamaño, por lo general mayores a 100 grs, no se escoge de primera línea la resolución transuretral, por el aumento del riesgo intrínseco para el paciente por la prolongación del tiempo de resección, además que el resectoscopio no alcanzará zonas muy lejanas a la luz uretral.
Otro aspecto importante del CPB, es el hecho que a mayor volumen aumenta significativamente el riego sanguíneo, por lo cual la terapia quirúrgica debe estimar las pérdidas sanguíneas mayores en próstatas de gran tamaño, sin subestimar el crecimiento prostático gigante.
DIAGNOSTICO CLINICO
El tacto rectal persiste como herramienta de primera línea en la valoración prostática. Por medio de ella se podrá estimar su tamaño, simetría, consistencia, induraciones localizadas o calcificaciones intraprostáticas.
El valor del tacto rectal en el diagnóstico del CPB se basa en el hecho que este crecimiento predomina en sentido antero posterior, si bien una porción de la glándula no se puede palpar, la mitad de ella que si permite figurar por simetría la porción oculta6.
Sin embargo, la limitación del tacto rectal en no explorar la próstata en su totalidad, se complementa con técnicas imagenológicas como el ultrasonido, la cual permite evidenciar la homogeneidad o heterogeneidad de la misma, localizar áreas sospechosas de neoplasia y aproximar el tamaño7.
Sin embargo, a pesar de la amplia utilidad de la técnica y su fácil implementación, es necesario mencionar la mayor desventaja, ya que al ser una técnica dependiente de la capacidad, destreza y experiencia del médico tratante puede presentar limitaciones de estandarización de la misma. Por lo cual un mismo paciente puede ser subvalorado estimándose un CPB muy bajo que pudiera conllevar falsas expectativas postquirúrgicas.
EPIDEMIOLOGIA
El crecimiento prostático benigno (CPB) es la patología urológica más frecuente en la consulta del Servicio de Urología de Hospital Central de Maracay, Venezuela, concordando con estadísticas mundiales que la sitúan entre las primeras patologías masculinas en pacientes de mediana edad en adelante (6). La prevalencia del CPB es proporcional directamente al avance de la edad; se estima que desde la sexta década de vida la probabilidad de padecerla es cercana al 70-90%. Además, esta patología afecta principalmente el flujo urinario, con una disminución del mismo que pudiera iniciarse tan tempranamente como a los 40 años8.
ULTRASONIDO PROSTATICO
En 1978 McNeal proporcionó la base científica para el estudio de la próstata, así como de las implicaciones patológicas de cada una de las áreas anatómicas de la misma, sin embargo el ultrasonido endorectal fue la herramienta más eficaz para dirigir la pesquisa y diagnóstico de la neoplasia prostática, siendo esta su principal indicación9. Esta técnica ocupa un lugar preponderante en la biopsia prostática dirigida por ultrasonido, ya que permite localizar áreas sugesticas por imágenes de patologías neoplásicas.
El ultrasonido transabdominal, no es tan preciso para diferenciar las características propias de cada área de McNeal en la próstata, sin embargo, ha demostrado su importancia ya que resulta muy práctica en costo y menor invasividad del paciente que no se presume una patología neoplásica. Su utilidad en el CPB resalta desde el ámbito de la volumetría. Simples algoritmos proporcionan el volumen prostático con suficiente precisión diagnóstica para predecir el tamaño de la pieza extraída en acto quirúrgico10.
TRATAMIENTO QUIRURGICO
El tratamiento quirúrgico está determinado por las indicaciones absolutas y relativas de la misma6, sin embargo el tratamiento de primera línea sigue siendo farmacológico, a menos que la afectación de la patología comprometa la calidad de vida o vida del paciente.
Como ya se describió la adenomectomía prostática transvesical está indicada en próstatas mayores a 100 grs, ya que la resección transuretral o técnicas ablativas con disipación de energía como el láser no serían tan eficaces, aunque autores con Potenziani ya citado estimas tratamientos abiertos se aplican en próstatas mayores a 30 grs. La mayor complicación en esta técnica es la hemostasia por exéresis glandular, pues como ya se dijo es un tejido altamente vascularizado, con vasos de alta resistencia y flujo. De donde la estimación del tamaño prostático es de vital ayuda para proyectar la evolución postoperatoria.













CONCLUSION
El CPB es la patología más frecuente de consulta urológica en el Hospital Central de Maracay, Venezuela. A pesar de su alta morbilidad, su mortalidad es muy baja, y se debe más a las complicaciones derivadas de la obstrucción urinaria (hematuria, injuria renal, p.e.). La quinta década de la vida marca el inicio de las afectaciones prostáticas para la mayoría de los pacientes, y dicha afectación puede prolongarse por décadas, pasando inadvertidas para el paciente, ya que los mecanismos de defensa y autoestima así como de adaptación funcional no le facilitan reconocerlos.
El tacto rectal continúa siendo la técnica exploratoria más aceptada y confiable para el despistaje de patología prostática, sin embargo, el tamaño de la misma por esta técnica puede estar subvalorado, en vista que es una técnica muy subjetiva dependiendo de la destreza y experiencia médica. El ultrasonido prostático ocupa entonces un lugar relevante al poder visualizar la totalidad de la glándula, que no se pudiese percibir mediante el tacto, y de esta manera cuantificar su volumen que es de fácil traspolación a peso de la glándula.
Para mejorar el pronóstico postoperatorio y atender las complicaciones inherentes a la exéresis de la glándula de gran tamaño, la estimación correcta del volumen es de gran ayuda médica, ya que los preparativos pre-quirúrgicos, son muy importantes para poder cubrir las peores expectativas.
Es por lo tanto muy importante enfatizar el entrenamiento especializado de ambas técnicas, ya que se complementan y son pilar fundamental en el manejo de esta patología urológica.
BIBLIOGRAFIA
1.         Seisen T, Roupret M, Faix A, Droupy S. [The prostate gland: a crossroad between the urinary and the seminal tracts]. Progres en urologie : journal de l'Association francaise d'urologie et de la Societe francaise d'urologie. 2012;22 Suppl 1:S2-6.








9.         Potenziani J. La ecosonografía prostática endorectal2012. Available from: http://docplayer.es/25469379-Autor-dr-julio-c-potenziani-b.html.



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