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miércoles, 25 de octubre de 2017

ACTUALIZACIÓN EN SÍNDROME HEMOLÍTICO URÉMICO ATÍPICO: DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO.

Secretaría Sectorial del Poder Popular Para la Salud
Corporación de Salud del Estado Aragua
Servicio Autónomo Hospital Central de Maracay
Coordinación de Docencia de Investigación y Extensión







 ACTUALIZACIÓN EN SÍNDROME HEMOLÍTICO URÉMICO ATÍPICO: DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO.








AUTORES: Dr. Roberto Solórzano.   
 Dra. Noris Cova. .  
FACILITADOR: DR. PHD RICHARD PALMA


OCTUBRE, 2017

RESUMEN
El síndrome hemolítico urémico (SHU) es una entidad clínica definida por la tríada anemia hemolítica no inmune, trombocitopenia e insuficiencia renal aguda, en la que las lesiones subyacentes están mediadas por un proceso de microangiopatía trombótica (MAT) sistémico. En este documento consideramos SHU atípico (SHUa) como el subtipo de SHU en el que los fenómenos de MAT son fundamentalmente consecuencia del daño producido en el endotelio de la microvasculatura renal y de otros órganos por desregulación de la actividad del sistema del complemento. En los últimos años se han identificado diversas mutaciones en genes del sistema del complemento asociados a SHUa, que explicarían aproximadamente el 60% de los casos de SHUa, y se han caracterizado funcionalmente numerosas mutaciones y polimorfismos asociados a SHUa que han permitido determinar que la patología se produce como consecuencia de la deficiente regulación de la activación del complemento sobre las superficies celulares y que lleva al daño endotelial mediado por la activación del C5 y de la vía terminal del complemento. Eculizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que inhibe la activación del C5, bloqueando la generación de la molécula proinflamatoria C5a y la formación del complejo de ataque de membrana. En estudios prospectivos en pacientes con SHUa su administración ha demostrado la interrupción rápida y sostenida del proceso de MAT, con una mejora significativa de la función renal a largo plazo y una reducción importante de la necesidad de diálisis y el cese de la terapia plasmática.

Palabras Clave: SHUa, urémico, hemolítico, anemia, trombocitopenia.
Dr. Roberto Solórzano. Residente de Postgrado, Servicio de Nefrología, Hospital Central de Maracay, Estado Aragua, Venezuela. 2017.                                                                         Dra. Noris Cova. Nefrólogo Adjunto, Servicio de Nefrología, Hospital Central de Maracay, Estado Aragua, Venezuela. 2017. 
Introducción
El síndrome hemolítico urémico (SHU) es una entidad clínica que se define por la tríada anemia hemolítica microangiopática no inmune, trombocitopenia e insuficiencia renal aguda. Las lesiones histológicas del SHU se caracterizan por la aparición de microangiopatía trombótica sistémica, que afecta preferentemente a los vasos intrarrenales. La mayoría de los casos de SHU son causados por una infección entérica por Escherichia coli productora de toxina Shiga u otros gérmenes productores de verotoxina, dando lugar a lo que se conoce como SHU típico. En aproximadamente un 10% de los casos el SHU se produce como consecuencia de una desregulación de la vía alternativa del sistema del complemento, por causas genéticas o adquiridas (autoanticuerpos), que conduce al desarrollo de daño endotelial y fenómenos de MAT sistémica.  El síndrome urémico hemolítico atípico (SHUa) es una enfermedad rara, grave, sistémica y potencialmente mortal.​ El SHUa afecta tanto a niños como a adultos y está asociado a la microangiopatía trombótica (MAT).​ La MAT es la formación de coágulos en vasos sanguíneos pequeños de todo el cuerpo, lo que puede provocar complicaciones multiorgánicas en todo el organismo.​ El SHUa está provocado principalmente por la activación crónica e incontrolada del sistema del complemento, una rama del sistema inmunitario del organismo que lucha contra las infecciones y elimina las células muertas. Normalmente, el sistema del complemento está autorregulado por determinadas proteínas que controlan sus efectos destructivos, pero en el SHUa esta regulación se ve afectada, principalmente debido a mutaciones en las proteínas reguladoras del complemento.​ Las alteraciones en estos mecanismos de control pueden provocar una sobreactivación del sistema del complemento que, posteriormente, provoca daños en los tejidos del cuerpo. Este tipo de SHU relacionado con una desregulación del complemento se denomina SHU atípico.
En los últimos años, se ha establecido el papel clave que desempeña el sistema del complemento en la inducción de daño endotelial en los pacientes con SHUa, mediante la caracterización de múltiples mutaciones y polimorfismos en los genes que codifican determinados factores del complemento. En el año 2011 las agencias reguladoras de Estados Unidos y Europa aprobaron la indicación de Eculizumab (Soliris®) para el tratamiento del SHUa. Eculizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que actúa inhibiendo la activación del C5 y bloqueando la generación de la anafilatoxina proinflamatoria C5a y la formación del complejo de ataque de membrana, causante de la lisis celular. En estudios prospectivos en pacientes con SHUa, Eculizumab ha demostrado interrumpir eficazmente el proceso de MAT y sus consecuencias, asociándose con una rápida y significativa mejora de las alteraciones hematológicas y de la función renal, que se mantiene a largo plazo, así como con mejoras de la afectación sistémica y de la hipertensión arterial. Eculizumab  inhibe la fracción terminal del complemento bloqueando la formación del complejo de ataque de membrana, con respuestas significativas de la función renal a largo plazo y con una reducción importante de la necesidad de diálisis o terapia plasmática. En el presente documento se revisan y actualizan los diversos aspectos de interés de esta enfermedad, con especial atención a cómo los recientes avances diagnósticos y terapéuticos pueden modificar el tratamiento de los pacientes con SHUa.





Clasificación etiológica de las microangiopatías trombóticas
El término MAT define una lesión histológica de arteriolas y capilares que se caracteriza por engrosamiento e inflamación de la pared vascular, desprendimiento de células endoteliales, ampliación del espacio subendotelial por acumulaciones de proteínas y material de lisis celular, y la presencia de trombos plaquetarios ocluyendo las luces vasculares. Existen 2 entidades clínicas caracterizadas por lesiones de MAT primaria, de causa y base fisiopatológica diferente: la púrpura trombótica trombocitopénica (PTT) y el SHU.
El diagnóstico de SHUa es esencialmente por exclusión, una vez se descarte  la infección por STEC (STEC-SHU). En los pacientes con SHUa los fenómenos de MAT son consecuencia de la desregulación de la vía alternativa del complemento sobre las superficies celulares. Esta alteración, en la que se identifican factores genéticos o autoanticuerpos en un porcentaje creciente de casos, impide que cuando el complemento se activa (por diversos factores desencadenantes) se controle adecuadamente la actividad sobre células propias, provocando daño endotelial, inflamación y trombosis secundaria.
Recientemente se ha descrito un tipo de SHUa producido por mutaciones recesivas en el gen DGKE que codifica la proteína DGK (diacilglicerol quinasa). La pérdida de actividad de esta enzima, presente en células endoteliales, plaquetas y podocitos, induce apoptosis de las células endoteliales y deteriora la respuesta angiogénica, lo que lleva a un estado protrombótico e inflamatorio. Los pacientes con mutaciones DGKE exhiben diferentes fenotipos que van desde el SHUa a una glomerulonefritis membranoproliferativa con elevada proteinuria y síndrome nefrótico. Los individuos afectos de SHUa presentan en el primer año de vida hipertensión arterial persistente y hematuria-proteinuria (incluso en rango nefrótico).
Síndrome hemolítico urémico atípico: entidad clínica
Epidemiología
En Estados Unidos se estima que el SHUa tiene una incidencia anual de 1-2casos/millón de habitantes36. En Europa, en un estudio multicéntrico internacional reciente se observó una incidencia de 0,11 casos/millón de habitantes. Con relación a la prevalencia, la European Medicines Agency (EMA) estima que esta puede ser 3,3pacientes por millón de habitantes/año en menores de 18años, con cifras inferiores en adultos.
El SHUa afecta mayoritariamente a niños y adultos jóvenes, aunque puede aparecer en cualquier edad de la vida. El inicio de la enfermedad es más frecuente antes de los 18años (60% vs. 40%), siendo la distribución por sexos similar (con cierta preponderancia en mujeres cuando la enfermedad aparece en la edad adulta).
Clínica
El cuadro se caracteriza por la tríada de anemia hemolítica microangiopática no inmune, trombocitopenia y fracaso renal agudo. Los niveles altos de lactato deshidrogenasa (LDH), los niveles indetectables de haptoglobina y la observación de esquistocitos confirman la presencia de hemólisis intravascular asociada a hematuria, proteinuria y/o fracaso renal agudo (con o sin oligoanuria). La incidencia de hipertensión arterial, por sobrecarga de volumen o por lesión vascular, es frecuente. En algunos pacientes la única manifestación de MAT puede ser proteinuria con hipertensión arterial y desarrollo de insuficiencia renal progresiva sin alteraciones hematológicas. Aunque las lesiones en el SHUa afectan predominantemente a los vasos renales, el carácter difuso y sistémico del fenómeno de MAT conduce a la afectación de la microvasculatura de otros órganos (cerebro, corazón, intestino, páncreas y pulmones, entre otros), lo que explica la aparición frecuente de síntomas extrarrenales. Los más frecuentes son los de tipo neurológico (48%), incluyendo irritabilidad, somnolencia, confusión, convulsiones, encefalopatía, accidente cerebrovascular, hemiparesias, alteraciones visuales, hemiplejías o coma. El infarto de miocardio se ha descrito hasta en un 3% de los pacientes con SHUa, pudiéndose relacionar con muerte súbita. La miocardiopatía, la insuficiencia cardiaca y la vasculopatía isquémica periférica también han sido descritas, así como la diarrea (30%) y otros síntomas gastrointestinales (colitis, náuseas, vómitos, dolor abdominal, hepatitis, colestasis y pancreatitis, entre otros).
Diagnóstico del síndrome hemolítico urémico atípico
Debido a la evolución rápida y a la gravedad-severidad de la MAT es necesario establecer un diagnóstico diferencial inmediato desde el punto de vista sindrómatico que permita iniciar medidas de soporte en las primeras 24-48h de la admisión del paciente. Posteriormente se iniciarán las determinaciones para un diagnostico etiológico de la MAT
Pruebas diagnósticas y procedimientos recomendados en pacientes con microangiopatía trombótica
Pruebas diagnósticas generales: Historia clínica completa, incluyendo toma de fármacos, datos de enfermedades sistémicas y antecedentes personales y familiares. Exploración física completa, incluyendo examen de fondo de ojo. Analítica general habitual de sangre y orina. Determinación niveles de haptoglobina. Determinación de los niveles de complemento sérico. Frotis de sangre periférica. Serología de enfermedades sistémicas (ANA, anti-ADN, ANCA). Determinación de anticuerpos anticardiolipina y anticoagulante lúpico. Serología para VIH, VHC, VHB, CMV y H1N1. Estudio completo de coagulación, con fibrinógeno, productos de degradación del fibrinógeno y dímeros D. Investigación de infecciones bacterianas causantes de SHU típico y realización de la prueba de la toxina Shiga (si la clínica orienta en este sentido)
Pruebas diagnósticas específicas: En los pacientes con MAT la analítica mostrará la presencia de trombocitopenia (plaquetas <150.000/mm3 o descenso >25% desde el inicio) y anemia hemolítica microangiopática (hemoglobina <10mg/dl con test de Coombs directo negativo, LDH elevada, descenso de haptoglobina, reticulocitosis y presencia de esquistocitos). En consecuencia, ante la ausencia de trombocitopenia en pacientes con insuficiencia renal y LDH elevada, el diagnóstico de MAT debería considerarse igualmente. En relación a los esquistocitos, y aunque es posible su detección en la mayoría de pacientes con enfermedad renal, preeclampsia o válvulas mecánicas, un número de esquistocitos >1% es diagnóstico de MAT en ausencia de otra causa conocida. Por el contrario, la ausencia de esquistocitos no descarta el diagnóstico de MAT.
Tratamientos frente al síndrome hemolítico urémico atípico
El tratamiento del SHUa debe contemplar 2 estrategias distintas: por una parte medidas terapéuticas de soporte encaminadas a controlar las consecuencias del SHUa (fracaso renal agudo, hipertensión arterial, anemia, trombocitopenia, etc.), y el tratamiento específico para frenar y revertir la situación de MAT.  
Eculizumab es un anticuerpo IgG2/4 kappa monoclonal humanizado que se une a la proteína del complemento C5 con gran afinidad, bloqueando su escisión a C5a y C5b e impidiendo la generación del complejo C5b-9 del complemento terminal (complejo de ataque de membrana) (fig. 3)4. En el
SHUa, la desregulación de la vía alternativa del complemento conlleva una activación incontrolada de C5 que provoca daño en estructuras propias mediante la formación del complejo de ataque de membrana. El bloqueo de la vía terminal del complemento con Eculizumab reduce rápida y sostenidamente este proceso. En la mayoría de los casos publicados de pacientes con SHUa se ha observado una buena respuesta clínica al fármaco.
En los pacientes con SHUa y fracaso renal agudo severo con necesidad de diálisis se recomienda mantener el tratamiento con Eculizumab un mínimo de 3meses, para valorar la mejoría de la función renal. El incremento progresivo de la diuresis con un buen control tensional son parámetros positivos que orientan hacia un control del proceso de MAT y una mejoría de la lesión renal. La biopsia renal en paciente en diálisis puede ayudar a la toma de decisiones respecto a la continuidad del tratamiento. En caso de fracaso del tratamiento y persistencia de la insuficiencia renal con necesidad de diálisis se aconseja la suspensión del Eculizumab, excepto en pacientes con manifestaciones sistémicas de la enfermedad, donde debería valorase de manera individual la continuidad del tratamiento.
Las medidas de soporte general son imprescindibles para mantener unas condiciones aceptables del paciente en espera de controlar en proceso de MAT. La hipertensión arterial es frecuente en el contexto de SHUa, recomendándose para su tratamiento el uso de fármacos que bloquean la angiotensinaii (IECA o ARAII). El control de la volemia también resulta esencial por la presencia frecuente de hipervolemia y el riesgo de edema agudo de pulmón. Para el tratamiento de la anemia se valorarán trasfusiones de concentrados de hematíes y/o el uso de factores estimulantes de la eritropoyesis.
Conclusiones
El SHUa está causado por una desregulación de causa genética o adquirida de la activación de la vía alternativa del sistema del complemento sobre superficies celulares, que condiciona el desarrollo de MAT sistémica. En los últimos años se han caracterizado múltiples mutaciones y polimorfismos en los genes de ciertos factores del complemento que se relacionan con dicha desregulación.
Clínicamente se caracteriza por la tríada anemia hemolítica microangiopática no inmune, trombocitopenia y disfunción renal aguda, asociada con manifestaciones extrarrenales frecuentemente. Antes de la disponibilidad de Eculizumab, el SHUa se asociaba en general con una elevada mortalidad y/o evolución a IRCT, así como con una elevada recurrencia tras el TR.
Ante un cuadro clínico sugestivo de MAT, el diagnóstico deberá orientarse hacia SHUa si la prueba de toxina Shiga/STEC es negativa, la actividad plasmática de ADAMTS13 >5-10% y se descartan formas secundarias de SHU.
Eculizumab es un anticuerpo monoclonal que inhibe la activación del C5 y la formación del complejo de ataque de membrana, responsable del desarrollo de daño en estructuras propias en el SHUa. En estudios prospectivos en pacientes con SHUa, Eculizumab interrumpió eficazmente el proceso de MAT, asociándose a largo plazo con mejoras significativas hematológicas y de la función renal. Se recomienda valorar el uso de Eculizumab en pacientes con MAT secundarias resistentes al tratamiento habitual.


Referencias Bibliográficas
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