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martes, 17 de octubre de 2017

Poliposis nasal y calidad de vida

S.A. Hospital Central de Maracay
Departamento de Docencia
Metodología de la Investigación




Poliposis nasal y calidad de vida



Autores: Dra. Adriana Cordero
     Dra. Yelitza Molina
Tutor: Dr. Richard Palma Phd
Maracay, Julio 2017





·         Dra. Adriana Cordero
Médico Cirujano UCSA, Residente 2° año ORL HCM

·         Dra. Yelitza Molina
Médico Cirujano UNERG, Residente 2° año ORL HCM
















Resumen
                   El término Calidad de Vida Relacionada con la Salud pretende valorar aspectos de la enfermedad y el tratamiento relacionados con la vida diaria del paciente desde el punto de vista del mismo.
                   Los cuestionarios de calidad de vida se clasifican en específicos y genéricos. Los cuestionarios genéricos sirven como perfiles de salud y son amplias y fiables y pueden evaluar la calidad de vida en distintas enfermedades y condiciones, intervenciones terapéuticas y poblaciones. Por otro lado, los específicos son encuestas específicas que permiten evaluar solamente las condiciones particulares de la patología que interese.
                   En el caso de la Poliposis Nasal, enfermedad que afecta significativamente la calidad de vida de los pacientes estos cuestionarios resultan muy útiles
                   Los cuestionarios de calidad de vida en pacientes con rinosinusitis crónica y poliposis nasal han demostrado una disminución significativa de la calidad de vida con respecto a la población general.
                   No existen cuestionarios específicos de calidad de vida para la PN. Se han utilizado en la PN cuestionarios genéricos, que son útiles como perfiles de salud y tienen la ventaja de poder comparar sus resultados con diferentes enfermedades crónicas.






Introducción

Calidad de vida es un término que engloba el bienestar general de una persona. Ésta se determinan por la percepción del paciente, respecto a la enfermedad y su tratamiento. Por lo tanto, la calidad de vida relacionada con la poliposis nasal y los padecimientos crónicos influye en el bienestar de dicho paciente, más allá de los síntomas físicos. Es importante conocer el estado emocional, social y ocupacional para dar un tratamiento eficaz.
            La poliposis nasal, es una enfermedad inflamatoria crónica de la mucosa nasosinusal que conduce a la protrusión de masas hiperplásicas edematosas en la cavidad nasal a través del complejo osteomeatal. Con síntomas predominantes nasales que no son graves ni mortales, pero que provocan una importante y perceptible disminución en la calidad de vida de los pacientes que las sufren, limitando las actividades diarias que pueden producir frustración e irritabilidad y causar pérdidas económicas y laborales importantes.
Analizar la relación de la calidad de vida con esta patología  para  mostrar el grado de influencia de la enfermedad, sobre la calidad de vida global del paciente, separando el resto de factores no médicos que intervienen en ella.
Pretende evaluar aspectos de la enfermedad que no son estrictamente clínicos, sino relacionados con la vida diaria del paciente y en qué modo se ve afectada por la presencia de la patología, desde el punto de vista del propio paciente, por lo tanto representa el efecto funcional de una enfermedad y de su tratamiento consecuente en quien lo padece, tal y como es percibido por él.
Por lo tanto, la importancia de la poliposis nasal  como entidad  patológica es un hecho reciente, desarrollado en las últimas décadas, La incidencia de la patología en el servicio de Otorrinolaringología del Hospital Central de Maracay se desconoce, así como las comorbilidades y por supuesto la repercusión sobre la calidad de vida en todos los pacientes; razón ésta que motivó la investigación.

Desarrollo

La poliposis nasosinusal es una enfermedad inflamatoria en la que tiene lugar una degeneración edematosa multifocal y bilateral de la mucosa de las masas laterales del etmoides1. Esta degeneración provoca la formación de lesiones polipoides lisas, gelatinosas, translúcidas y piriformes, que progresivamente van ocupando los meatos etmoidales hacia las fosas nasales. Desde este punto de vista, sería más preciso emplear la denominación de poliposis etmoidonasal. Tiene carácter benigno y nunca degenera. Es eminentemente crónica tanto en sus manifestaciones como en su tratamiento, siendo casi siempre médico aunque veces hay que recurrir al tratamiento quirúrgico. Desde un punto de vista clínico, el documento EPOS2 (European Position Paper on Rhinosinusitis and Nasal Polyps) define la rinosinusitis (y en ese concepto incluye a la poliposis nasal) como una inflamación nasal y de los senos paranasales caracterizada por dos o más de los siguientes síntomas:
  • Obstrucción / congestión nasal ƒ
  • Secreción anterior o posterior ƒ
  • Dolor / presión facial o ƒ déficit / pérdida del sentido del olfato.

Las consultas relacionadas con sinupatía crónica se encuentran entre los primeros lugares de la consulta de Otorrinolaringologia, y su evolución a poliposis nasosinusal, aunque en menor proporción, se encuentra en los principales motivos de consulta por su afectación en la calidad de vida de los pacientes. Otras publicaciones relevantes citan una prevalencia de la poliposis nasal del 4,3% en la población general. En lo que respecta al especialista, el 5% de las consultas otorrinolaringológicas y el 4% de las del alergólogo están en relación con los pólipos nasales3. La distribución por sexos es de 2 a 3 hombres por cada mujer. La poliposis suele dar clínica en la cuarta década de la vida y de forma excepcional puede aparecer en menores de 10 años, debiéndose pensar en una fibrosis quística, ya que ésta es la causa más frecuente de poliposis nasal en niños4. En los pacientes con asma diagnosticada, la prevalencia de poliposis nasal es mayor que en aquellos pacientes no asmáticos. En los primeros hay que destacar, que la incidencia de la poliposis con respecto al género, se iguala, e incluso se invierte, siendo más frecuente en mujeres. Las manifestaciones clínicas de la poliposis nasal y de la rinitis alérgica pueden ser parecidas aunque la asociación de poliposis nasal y atopia es rara. Entre el 0,5 y el 1,5 % de pacientes con rinitis alérgica presentan pólipos nasales. En los pacientes con rinitis no alérgica el porcentaje se eleva al 5%5.

Existen múltiples patologías que asocian pólipos nasales, entre las que podemos encontrar: asma, fibrosis quística, el síndrome de Kartagener, el síndrome de Young, inmunodeficiencias, sinusitis fúngica, etc. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que presentan pólipos nasales están afectados de una enfermedad inflamatoria de la mucosa sinusal cuya etiología aún hoy no está clara6.
Hay una importante similitud entre los síntomas de la poliposis y los de la rinitis perenne o persistente. En los comienzos de la enfermedad suele aparecer sensación de ocupación nasal sin llegar a obstruir completamente la fosa. Ya en fases más avanzadas, van apareciendo otros síntomas como la obstrucción nasal clara y un agravamiento de la hiposmia7. La alteración del olfato puede ser el primer síntoma; éste es un síntoma progresivo que suele evolucionar a anosmia. A veces, la pérdida del olfato puede interpretarse como sensación de pérdida del sabor, que no es más que la manifestación de la ausencia de retroolfato8. Este síntoma no siempre está presente o aparece de forma más tardía. La insuficiencia respiratoria nasal suele ser el síntoma prínceps referido por la mayoría de los pacientes. Inicialmente es cambiante en el tiempo, dependiendo del tamaño de los pólipos. A veces los pacientes relatan una variabilidad exagerada de la insuficiencia respiratoria nasal. Este síntoma es el reflejo de la hiperreactividad nasal propia del proceso inflamatorio, base fisiopatológica de la poliposis nasal. La cefalea y la molestia ocular son menos frecuentes. Los dolores faciales se proyectan sobre la zona nasal o sinusal y se suelen describir como una sensación de pesadez. Se localizan principalmente a nivel de las regiones maxilar o mediofacial. La epistaxis es un signo de escasa incidencia. Para la mayoría de los autores no es un síntoma inicial relacionado con la enfermedad9.
Por sus asociaciones y sus mecanismos fisiopatológicos, la PNS es una afección que puede presentarse aislada o formando parte de un síndrome. Así, se han descrito varios tipos de PNS: ƒ Tipo I: poliposis aislada. ƒ Tipo II: poliposis asociada a asma. Tipo III o tríada de Widal: asociada a asma y a intolerancia a la aspirina. Tipo IV o inclasificable: síndrome de Woakes, de Young, discinesia ciliar o mucoviscidosis. Los tipos I, II, y III representan respectivamente el 50, el 30 y el 20% de los casos de PNS1.
Los objetivos del tratamiento de la poliposis nasal van destinados a eliminar la inflamación sinusal y los pólipos nasales, a restablecer la respiración nasal, restaurar el sentido del olfato y prevenir las recurrencias de los pólipos nasales. El tratamiento médico con corticoides intranasales o sistémicos es la primera línea terapéutica de la poliposis nasal, aconsejándose la cirugía endoscópica en el caso de fracaso del tratamiento médico5.
El impacto de esta enfermedad en la vida diaria también fue estudiado, a través del análisis de los potenciales desórdenes del sueño (cuestionario validado) y calidad de vida (QOL, cuestionario SF-36) en pacientes con PN, comparados con controles sin PN.
Un cuarto de los pacientes con PN (24.6%) reportaron una sensación de malestar debido a su enfermedad nasal, durante el día como en la noche en la mayoría de los casos (61.2%)10.
Comparado con los controles, los pacientes PN tuvieron un riesgo dos veces superior de sufrir alteraciones del sueño, el ronquido fue reportado por el 50.5% de los pacientes con PN vs. 35.7% de los controles.
Todos los puntajes del cuestionario SF-36 demostraron un significativo impacto negativo de los PN sobre los diferentes aspectos de la QOL.
El corriente estudio subraya el impacto negativo de la PN sobre la QOL y el sueño, dos alteraciones que rara vez son consideradas en esta patología.
En suma al malestar y baja QOL experimentada por estos pacientes, se ha detectado un significativo aumento en las alteraciones del sueño, sugiriendo un riesgo de sufrir futuras complicaciones y enfermedades crónicas10.


Conclusiones
La poliposis nasal es una enfermedad inflamatoria crónica de la mucosa nasal. Como gran parte de las enfermedades crónicas nasales produce obstrucción nasal, rinorrea, alteraciones del olfato y cefaleas. Estos síntomas suelen causar a los enfermos problemas de sueño, irritabilidad, problemas de relación socio-laboral y familiar que pueden llegar a afectar en gran medida a su calidad de vida.  Para ello existen cuestionarios validados que nos permiten evaluar de manera objetiva estos aspectos no cuantitativos dentro de la perspectiva del paciente y de su sintomatología. Al ser la poliposis una enfermedad crónica es evidente su afectación considerable en la calidad de vida de los pacientes y si bien muchas veces pasamos por alto esto ya que no resulta incapacitante, ciertamente influye negativamente en el desarrollo de las actividades diarias y vida cotidiana de los mismos; es por ello que un adecuado manejo y tratamiento conllevarán a unja mejora en la vida de aquellos quienes la padecen.








Bibliografía
1.    Fonseca, X. (2017). Rinitis Alérgica: Diagnóstico y tratamiento en Atención Primaria. Revista Chilena de Medicina Familiar1(4), 13-17.

2.    Aboud, S. K., Husain, S., & Gendeh, B. S. (2014). Evaluation on quality of life in patients with nasal polyposis managed with optimal medical therapy. Allergy & Rhinology5(1), e2.

3.    Dr. Carlos Colás. Hospital Clínico Universitario. Zaragoza. Poliposis nasosinusal: Calidad de vida y delimitaciones del tratamiento.

4.    Benítez Silva, P. A. (2014). Poliposis nasal e inflamación. Estudio de evolución clínica, capacidad olfativa, tomografía computarizada y marcadores inflamatorios intracelulares potencialmente predictivos de la respuesta a los glucocorticoides. Universidad de Barcelona.

5.    Mariño, F. S., Alobid, I., Guilemany, J. M., Mullol, J., & Obando, A. (2013). Tratamiento médico y quirúrgico de la poliposis nasal. Efecto sobre el asma. Rev Rinol, 9(1), 26-32.

6.    Duarte, D., & Lopes, G. (2016). Calidad de vida en la rinosinusitis crónica con poliposis nasal.

7.    Lehrer, E., Enríquez, K., Alobid, I., & Mullol, J. (2016). Evaluación de los pacientes con disfunción olfatoria.

8.    Márquez Chacón, A., Collado Llópiz, K., Sagaró del Campo, N., Sánchez Silot, C., & Estrada Pereira, G. A. (2017). Manifestaciones clínicas en pacientes con asma persistente. MEDISAN, 21(7), 788-796.

9.    Canelas, G. M. (2015). Rinitis alérgica. Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría, 41(1).


10. Soto, D. A. A., González, M. S., Escudero, J. B., & Álvarez-Mon, M. (2017). Rinitis alérgica. Medicine-Programa de Formación Médica Continuada Acreditado, 12(30), 1757-1766.

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